8 mayo, día mundial: Cáncer de ovario, una enfermedad silenciosa

Los ovarios son los órganos involucrados en la reproducción y la elaboración de hormonas en la mujer; sin embargo, por diferentes factores, en ellos pueden aparecer un tipo células llamadas malignas o cancerígenas, las que crecen de una manera anormal y descontrolada, generando finalmente el cáncer de ovario.

Se estima que en el mundo cada 2 minutos fallece una mujer por cáncer de ovario, y 3 de cada 4 mujeres afectadas no logrará sobrevivir a éste. Corresponde a la enfermedad más letal de los cánceres ginecológicos, reportándose en el año 2020 cerca de 200.000 muertes en el mundo y 300.000 casos nuevos.

En Chile durante el año 2020 según cifras de Cancer Today de Organización Mundial de Salud (OMS) hubo 837 nuevos casos; 549 fallecidas y existió una prevalencia de 2.428 por cada 100.000 habitantes.

“Se detecta generalmente en la menopausia, y al momento del diagnóstico un 75% de las pacientes tendrán un cáncer avanzado e incurable. Su elevada mortalidad en gran parte se debe a que es una enfermedad silenciosa, presentando en etapas iniciales molestias leves e inespecíficas, lo que lleva a las pacientes a consultar tardíamente.

Se debe prestar especial atención a los siguientes síntomas: Dolor abdominal y/o pélvico leve pero que no desaparece; hinchazón, diarrea o constipación persistentes, y decaimiento, cansancio, pérdida del apetito o baja de peso.

Lamentablemente, a diferencia de otros cánceres (como mama, cuello uterino o colón), hasta el momento no se dispone de un examen de utilidad para detectar precozmente el cáncer de ovario. Ni la realización anual de imágenes o exámenes de sangre ha demostrado servir como herramienta de prevención” explica el médico del equipo de gineco oncología del INC, Dr. Rodrigo Alliende Ferrada.

Los factores de riesgo son variados y algunos para tener en cuenta son:

  • Edad avanzada (en promedio se detecta a los 63 años).
  • Obesidad, diabetes y tabaquismo.
  • Antecedente de infertilidad, endometriosis o infecciones pélvicas.
  • No haber tenido hijos o el primero después de los 35 años.
  • Familiares con cáncer de mama u ovario (aunque solo un 10% es hereditario).

Dada su importancia, el año 2013, esta enfermedad fue incluida en las Garantías Explícitas de Salud (GES), haciéndose beneficiarias todas las mujeres con sospecha cáncer de ovario, de cualquier edad, ya sean de ISAPRE o FONASA, asegurándose de esta forma tanto la prontitud en la confirmación del diagnóstico, como el inicio del tratamiento.

Cuando el cáncer ya es diagnosticado, un comité de expertos decidirá el tratamiento más apropiado, el que puede comprender desde la realización de una cirugía, la administración de quimioterapia, la aplicación de radioterapia en casos seleccionados o los cuidados paliativos y alivio del dolor si es que la enfermedad se encuentra en su estadio terminal.