La pandemia por COVID-19 ha afectado a todos los seres humanos de diversas formas, ha costado la vida a miles de personas en Chile y el mundo y ha impuesto a pacientes con enfermedades oncológicas barreras importantes como diagnóstico oportuno, tratamiento precoz y seguimiento.

Un aliado para acortar la dificultad de acceso y continuidad de atención ha sido el uso de tecnologías transversalmente en distintos ámbitos de la vida, entre ellos, en el ámbito de la atención en salud. Este era un proceso que venía desarrollándose de manera incipiente, pero prometedor.  Ejemplo de ello son las experiencias de telemedicina en la red pública en áreas como dermatología, oftalmología y en INC el tele comité oncológico con hospitales de referencia a nivel de macro-red y las consultorías virtuales entre atención primaria y equipos de especialistas para la detección temprana de cáncer digestivo.

La telemedicina no sólo mejora la equidad en el acceso a los servicios de salud, sino que fomenta el trabajo colaborativo entre equipos de profesionales y mejora la eficiencia, entre otros aspectos positivos, dentro de un marco de seguridad y calidad. En estos tiempos de pandemia, FONASA reconoce en su arancel prestaciones de telemedicina como consultas médicas de especialidad, consultas de profesionales no médicos, entre otras, facilitando el desarrollo de una cartera institucional de prestaciones de proyección y desarrollo de atención al servicio de los pacientes oncológicos de la red pública.

Desde el INC se priorizó una estrategia para implementar tele consultas y tele tratamientos como piloto en las unidades de Medicina Física y Rehabilitación, y Psico-oncología.  Ambos equipos se organizaron y pusieron a disposición sus talentos para reorganizar la atención de manera de acercar y facilitar la atención de pacientes, quienes se han mostrado muy agradecidos de dar continuidad a sus terapias desde su casa y en compañía de afectos. En el caso de Rehabilitación, la Fundación Oncológica jugó un rol clave aportando con insumos para que los pacientes pudieran desarrollar terapia kinésica desde casa.

“SOME, Gestión de Demanda, TICs, Finanzas, Calidad y Control de Gestión han trabajado articuladamente con los servicios clínicos, en las distintas aristas que el desarrollo de prestaciones de telemedicina debe considerar para velar por la seguridad y la calidad. Cada equipo ha puesto la mejor disposición para ir avanzando, y prontamente se sumen aquellos funcionarios que hacen seguimientos telefónicos, para avanzar en acercar la atención a pacientes que aún no pueden retomar con normalidad sus atenciones presenciales, o aquellos de regiones que podrán ver favorecida la continuidad de atención a través de estas nuevas prestaciones de telemedicina”, destacó la Subdirectora de Desarrollo Institucional, Dra. Isabel Abarca, desde donde se ha estado apoyando el avance de esta línea estratégica.

La referente QF Rossana Guerrero sostiene que: “Esperamos que esto sea sólo el comienzo de una cartera de telemedicina que aproveche todas las ventajas de la tecnología y nos acerque cada vez más a nuestros pacientes y sus familias en las atenciones de salud desde sus hogares con los consecuentes beneficios de costo económico, tiempos de traslado, dependencia de acompañantes, entre otros”.