La jefa de la Unidad de Medicina Integrativa del INC, Dra. Pilar Veiga, expuso sobre Oncología Integrativa en la reunión clínica de la mañana del viernes 2 de septiembre, en la que destacó la importancia de esta rama, porque combina el tratamiento convencional con las terapias complementarias para optimizar la salud, el bienestar, mejorar la calidad de vida considerando al paciente como una totalidad en su aspecto mental, físico, emocional, social y espiritual.

La Dra. Veiga es médico integrativo con formación en homeopatía, naturopatía, terapia floral, bioregulación, bio decodificación y medicina tradicional China. Implementó la primera Unidad de Medicina Integrativa en el Hospital San José, habilitó el policlínico de Medicina Integrativa para funcionarios en el Hospital Regional de Antofagasta y hace tres años está a cargo de la Unidad de Oncología Integrativa en INC.

La especialista interiorizó a la audiencia sobre qué trata la Medicina China, que, a partir de febrero de este año, gracias a profesionales de la salud, lograron integrar a todos los beneficiarios de Fonasa a que accedan a estas prestaciones. “El propósito de esta política enlaza con los dos grandes objetivos de la estrategia de la Organización Mundial de Salud (OMS) sobre medicina tradicional para el periodo 2014 – 2023”, dijo la especialista.

“Los objetivos de la Oncología Integrativa son entregar bienestar y calidad de vida, incentivando siempre el autocuidado. Quienes han acudido a la Unidad tienen problemas que los hacen enfermar y entre los síntomas que más se encuentran están fatiga, ansiedad, bochornos, náuseas, dolor y xerostomía”, agregó la Dra. Veiga.

Expuso también que las terapias complementarias ahora se consideran dentro de las prestaciones que ofrece la Oncología Integrativa en todo el proceso de la enfermedad e incluyen productos naturales (fitoterapia, esencias florales), nutrición antiinflamatoria, suplementación nutricional, técnicas manuales (masoterapia, tuina), medicina cuerpo mente (yoga, mindfulness), técnicas basadas en la energía (reiki), y sistemas médicos tradicionales (medicina tradicional china, ayurveda, indoamericana, pueblos originarios).

Puntualmente hizo referencia a que si bien las técnicas pueden aliviar también hay algunas contraindicadas. “Por ejemplo la acupuntura no se debe utilizar para el tratamiento de tumores malignos. En particular debe prohibirse la aplicación de agujas en la zona del tumor. Sin embargo, se puede utilizar como medida complementaria en combinación con otros tratamientos para el alivio del dolor o de otros síntomas a fin de atenuar los efectos secundarios de la quimioterapia y radioterapia. De esta manera mejora la calidad de vida, por esto nosotros como unidad le damos un sentido a la enfermedad, más que preguntarse un paciente por qué a mí, debe decir para qué, hacemos que su actitud y tratamientos mejoren. Queremos potenciar la auto sanación, todos poseemos ese poder de curación”, dijo.

Entre las razones del auge que ha tenido en la última década explicó que pasan por el estrés del proceso (enfermedad), angustia (por los resultados), fracaso del tratamiento convencional, alivio del dolor, manejo de síntomas adversos, reforzamiento del sistema inmune y las expectativas.

La Dra. Veiga detalló que las prestaciones que se entregan en nuestro instituto son los sistemas médicos integrales (acupuntura, homeopatía, naturopatía), prácticas mente y cuerpo (yoga, Qi – Gong, terapias de las artes), prácticas biológicas (fitoterapia, taller de huertos), prácticas de curación manual (masoterapia, reflexología, Tui Na y ventosa terapia), prácticas basadas en la energía (terapia floral, constelaciones familiares).

Los motivos de consulta de pacientes en alta terapéutica 2021 – 2022 de mayor a menor fueron:

  • dolor musculoesquelético oncológico (19), 
  • efectos adversos de quimioterapia (17), 
  • artralgias no oncológicas (14), 
  • dolor musculoesquelético no oncológico (12), 
  • ansiedad y ánimo (10) 
  • neuropatías periféricas post quimioterapia (8), 
  • dolor neuropático post cirugía y radioterapia (7), 
  • fatiga (7), 
  • diarreas actínicas (4), 
  • otras neuralgias (3), 
  • xerostomía (2).

Y el porcentaje de atenciones según origen de derivación fueron entre enero y junio del 2022 fueron:

  • especialidad 41,8%, 
  • consulta espontánea 25,2%, 
  • manejo del dolor 14,6%, 
  • psicooncología 9,6%, 
  • rehabilitación 7,7%, 
  • hospitalizado 1,0%

Y las terapias entregadas en las mismas fechas fueron: 

  • acupuntura 28,3%, 
  • auriculoterapia 15,4%,
  • masoterapia 15,4%, 
  • otras individuales 7,8%, 
  • yoga 5,5%, 
  • terapia floral 4,6%, 
  • meditación 4,1%,
  • naturopatía 3,5
  • homeopatía 4,6%

La Dra. Veiga finalizó diciendo: “nuestros desafíos y proyecciones es encontrar la sinergia de combinaciones de tratamientos que agreguen seguridad y efectividad crucial para la actual investigación en oncología. El desarrollo de una medicina más personalizada, utilización de tratamientos moduladores y basados en la evidencia”.

Recordó que el proceso para la derivación a UMI es:

  1. Interconsulta servicio clínico derivador o consulta espontánea.
  2. Evaluación por médico integrativo.
  3. Coordinador asigna horas totales del plan terapéutico.
  4. Ejecución plan. 
  5. Elección de terapias hasta 4.
  6. Evaluación objetivos y plan terapéutico.
  7. Alta.