En la reunión clínica del viernes 09 de septiembre se abordó el tema “Vigilancia Epidemiológica Viruela Símica” (viruela del mono) a cargo del equipo de IAAS, Dr. Alfredo Silva, y la EU Macarena Silva.

El Dr. Silva comenzó aclarando que en Chile hasta el 05 de septiembre hay 484 casos confirmados, 2 probables, 261 descartados y 246 dados de alta, siendo la región Metropolitana donde se concentra la mayor cantidad de infectados. “Los casos presentaron una mediana de 34 años. El grupo que concentró la mayor cantidad de casos fue entre los 30 y 39 años, seguido del de 20 a 29 años. En cuanto a sexo, el 98,7% correspondieron a hombres y el 1,3% mujeres.

Es una enfermedad autolimitada con buena respuesta. Sin embargo, en algunos casos puede llegar a ser más grave”, enfatizó.

Las vías de transmisión de la viruela del mono son principalmente por contacto directo o indirecto con sangre y fluidos corporales, lesiones de piel (macula, pápula, vesícula, pústula y costra), contacto por vía respiratoria infectadas (gotitas) y vía de ETS, aunque esta última no tiene evidencia comprobada.

El período de incubación es de 6 a 16 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días, siendo síntomas característicos fiebre, dolor de cabeza o musculares, linfadenopatías, erupciones en cara, manos, tronco, mucosa oral y cornea.

“Se considera exposición haber tenido contacto físico prologando con el cuerpo, fluidos corporales o costras de las lesiones exantémicas con un caso confirmado y en el personal de salud brindar atención de salud directa con persona infectada o probable sin cumplir con las precauciones adicionales de contacto y gotas. Otro riesgo es manipular vestimenta, ropa de cama, desechos y utensilios y todo lo que la autoridad sanitaria estime pertinente en base a la investigación epidemiológica”, dijo el Dr. Silva.

En un caso confirmado se realizará un aislamiento en el hospital de referencia hasta que desaparezcan todas las costras y exista tejido nuevo, que será por 21 días desde el inicio del exantema o lesiones.

Respecto a la toma de recolección de muestras, la enfermera Macarena Silva destacó el uso de EPP (Uso equipo de protección personal) y señaló que “todas las muestras son consideradas potencialmente infecciosas por lo cual debe incluir triple embalaje, adecuada identificación y almacenamiento”.

Procedimiento

  1. Lavado de manos antes y después.
  2. Utilizar EPP (pechera, guantes, mascarilla quirúrgica, protector ocular y facial).
  3. Se recogerán muestras de más de una lesión del mismo tipo, preferiblemente de diferentes lugares del cuerpo y que difieran en apariencia, éstas se pondrán en un tubo estéril único con tapa.
  4. Los raspados de costras sólo deben tomarse si la persona no presenta otras lesiones.
  5. Frotar vigorosamente o cepillar la lesión (destechando si es posible) con dos hisopos separados estériles secos de poliéster o dacrón.
  6. Romper o quebrar el extremo del aplicador de cada hisopo y colocarlos en un tubo estéril con tapa rosca o colocar los hisopos completos en un recipiente estéril.
  7. Las lesiones, costras y fluidos vesiculares no se mezclan en un mismo tubo.
  8. Los hisopos pueden enviarse ya sea secos (preferentemente) o en medio de transporte viral sin agentes desnaturantes para muestras que requieran ser transportadas por más de 48 horas.
  9. No enviar más de dos tubos por cada caso.
  10. Usar tórulas de fibra sintética con ejes de plástico (dacrón, rayón, fibra de poliéster).
  11. No usar tórulas de alginato de calcio, algodón o con ejes de madera, ya que inhibe las pruebas de PCR.
  12. Realizar lavado de manos antes y después del procedimiento.

Para finalizar la profesional habló sobre las medidas preventivas frente a casos sospechosos de traslado de pacientes: “en la limpieza de cabina sanitaria de ambulancia entre pacientes se debe usar guantes, pechera y mascarilla, retirar las sábanas o ropa sin agitar y envolver en bolsa plástica, limpieza con desinfección con cloro o alcohol, limpiar las superficies de la ambulancia y camilla”.