El Ministerio de Salud de Chile anunció el lanzamiento del Plan Nacional de Cáncer infantoadolescente y el Plan de Acción para Adultos, como parte de una estrategia de continuidad que se originó con el Plan Nacional de Cáncer 2018-2028, desplegado en diciembre de 2018.

El plan mencionado se formalizó, posteriormente, en la Ley Nacional de Cáncer y se actualizó en otro documento llamado Plan Nacional de Cáncer 2022-2027. En este último, se llevó a cabo una evaluación general del rendimiento del primer documento. En este punto, nuestra institución ha asegurado financiamiento internacional en colaboración con la Universidad San Sebastián y sus investigadores en salud pública para llevar a cabo una evaluación cualitativa del rendimiento hasta la fecha, dentro de nuestras propias instalaciones. Creemos que esto nos permitirá contribuir significativamente a esta política pública.

En relación con el lanzamiento, el Instituto Nacional del Cáncer agradece el reconocimiento histórico otorgado por el Estado y la administración actual donde se destacó que la lucha contra el cáncer en Chile comenzó con el Instituto del Radium en 1930, nombre inicial del Instituto Nacional del Cáncer. Además, nuestra Subdirectora Médica, Dra. Ana María Ciudad, enfatizó las tres áreas de actividad del Instituto: asistencial, docente e investigadora, las cuales están respaldadas por el marco regulatorio establecido en el decreto 38 de 2005, que exige el cumplimiento de estas funciones.

En cuanto al documento recientemente lanzado, es pertinente referirnos en especial al Plan de Acción para Adultos del Plan Nacional de Cáncer, debido a que nos enfocamos mayoritariamente en dicha población. Importante es señalar que también realizamos prestaciones como radioterapia infantil.

En términos generales del documento, podemos visualizar que se mantienen tres grandes líneas estratégicas (áreas): promoción y protección de la salud, tamizaje, diagnóstico, tratamiento y seguimiento, así como una cuarta denominada “transversal”. En esta última se profundizan los objetivos e indicadores, se agregan nuevos objetivos, como un plan de asesoramiento genético para personas con cáncer y se amplía la atención hacia la promoción de la investigación y la participación ciudadana. Aunque es llamativo que la línea de rectoría y regulación, que anteriormente incluía la producción de guías clínicas y protocolos para los centros asistenciales, no se mencione explícitamente.

Desde nuestro centro, felicitamos los esfuerzos del Ministerio de Salud, proyectándonos como el principal referente de la red oncológica pública nacional, y esperamos mantener una comunicación fluida y colaborativa con el equipo del Departamento de Cáncer del MINSAL.